No hay un consumo seguro de alcohol para nuestro organismo. La cantidad más saludable es cero. Esa es la conclusión a la que han llegado cientos de estudios médicos en los últimos años.
En el Congreso Internacional del Hígado, celebrado en 2022, los expertos conscientes de que la recomendación de la abstinencia alcohólica general era un recomendación poco realista, quisieron establecer una medida mínima de consumo tolerable. Al menos hay que estar tres días seguidos a la semana sin probar el alcohol, es la advertencia lanzada por los especialistas.
Esta formulación principal iba acompañada de otro consejo fundamental: el consumo tiene que ser moderado y esto significa que nunca se han de consumir más de cinco unidades de alcohol de una vez y no más de diez a la semana.
Teniendo en cuenta que una lata de cerveza equivale a 1,5 unidades, ingerir seis cervezas —9 unidades— a la semana entraría dentro de un rango tolerable para el hígado.
Más de una cerveza al día, entraña riesgos reales para nuestra salud en forma de graves enfermedades: pancreatitis, hepatitis, cirrosis hepática, enfermedades inmunitarias, cardiovasculares, patologías del tracto gastrointestinal, aterosclerosis, daño renal, daño neurológico severos, diabetes tipo 2…
Enfermedades hepáticas
La exposición prolongada al alcohol puede producir inflamación del hígado (hepatitis) y, posteriormente, cirrosis, una enfermedad crónica e irrversible.
Enfermedades cardiovasculares
El consumo mantenido y excesivo puede debilitar el corazón y desencadenar insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular y arritmias.
Enfermedades renales
El alcohol puede provocar un síndrome de necrosis tubular aguda —lesión renal causada por el daño a las células de los túbulos renales, los que filtran la sangre—, que puede derivar en insuficiencia renal aguda.
Enfermedades mentales
Además de ataques de pánico, insomnio y ansiedad, el consumo mantenido de alcohol puede causar adicción, pues es una sustancia psicoactiva que causa dependencia.
Y, aunque la euforia puede ser una de las primeras emociones experimentadas al beber, el alcohol tienen sustancias depresoras que pueden conducir a quien lo consume a sufrir una depresión.
Diversos tipos de cáncer
El alcohol puede incrementar la posibilidad de sufrir cáncer de esófago, de estómago, de colon y recto, de hígado, de la cavidad oral, de pulmón y de mama.
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