Recuperacion adicciones fases

Dejar una adicción es solo el comienzo: estas son las fases que siguen

La recuperación de una adicción es un camino complejo, profundo y muy personal. No existe una fórmula mágica ni un proceso idéntico para todos, pero sí hay etapas que suelen aparecer en la mayoría de tratamientos y que nos permiten entender mejor cómo funciona el cambio.

La psicóloga Cristina Sánchez, del equipo de Forum Montau, explica estas fases desde su experiencia clínica y humana, y recuerda algo esencial: la recuperación no es solo dejar una sustancia atrás. Es empezar a construir una vida que tenga sentido.

A continuación, desarrollamos las tres grandes fases del proceso terapéutico.

1. Desintoxicación: recuperar el equilibrio del cuerpo

Toda recuperación comienza con una pregunta clave: ¿qué sucede cuando el cuerpo se acostumbra a una sustancia y deja de recibirla?
Según Cristina Sánchez, “ese es el punto de partida de toda recuperación, la desintoxicación”.

En esta fase, el cuerpo empieza a liberarse del tóxico y a recuperar su equilibrio natural. No es un periodo sencillo:

  • El cuerpo protesta,
  • La mente se resiste,
  • Y aparecen los síntomas del síndrome de abstinencia.

Por eso es fundamental un entorno seguro. En el centro de ingreso, la desintoxicación se realiza con supervisión 24 horas, en un espacio pensado para ofrecer calma, confort y acompañamiento.

La duración suele variar entre 7 y 21 días, dependiendo del tipo de sustancia, la cantidad, el tiempo de consumo y la salud general de la persona.

Como explica Cristina:
“Aquí la prioridad es cuidar el cuerpo y sostener la mente. Durante esos días, el cuerpo descansa, la mente se aclara y vuelve la fuerza propia del individuo.”

En Forum Montau, esta etapa se acompaña siempre desde la cercanía y la calidez, para asegurar que la persona inicia el tratamiento con la base física y emocional adecuada.

2. Deshabituación: reeducar la mente y los hábitos

Si la desintoxicación limpia el cuerpo, la deshabituación trabaja la mente, las emociones y los hábitos adquiridos durante el consumo.

Cristina lo resume así:
“En esta etapa ya no se trata de controlar los síntomas físicos, sino de romper la conexión psicológica con la sustancia.”

Aquí se aprende a vivir sin depender de ella, a entender qué función cumplía en la vida de la persona y a construir formas más sanas de manejar el estrés, la tristeza o la soledad.

La deshabituación incluye:

  • Terapias individuales
  • Grupos terapéuticos
  • Intervención familiar

El objetivo es identificar los pensamientos automáticos y las conductas de riesgo y reemplazarlos por recursos más saludables y conscientes.

A nivel técnico, se trabaja el síndrome de extinción:
aunque la dependencia física desaparece, el deseo puede reaparecer ante emociones intensas o estímulos del entorno. Por eso esta fase busca reeducar el cerebro, crear nuevos circuitos de recompensa y establecer nuevas rutinas para sentirse bien sin recurrir a la sustancia.

3. Reinserción: aplicar lo aprendido para construir una nueva vida

Muchos imaginan que la recuperación es una escalera lineal:
desintoxicación → deshabituación → reinserción → vida resuelta.

Pero, como explica Cristina Sánchez, “la realidad es muy distinta. La recuperación no es algo lineal”.

La reinserción es una fase decisiva en la que la persona empieza a poner en práctica todo lo aprendido:

  • Volver a trabajar,
  • Retomar relaciones,
  • Recuperar rutinas,
  • Asumir nuevas responsabilidades desde un lugar más consciente.

Todo esto sucede mientras todavía se fortalecen aspectos como la gestión de impulsos, la autoestima o la prevención de recaídas. Y eso no es un error: es parte del proceso natural de cambio.

En esta etapa se entrenan habilidades esenciales:

  • toma de decisiones saludables,
  • comunicación con otros,
  • cuidado de vínculos,
  • y reconstrucción del proyecto de vida.

En palabras de la psicóloga:
“La reinserción es el salto hacia una existencia más libre y conectada con los valores que se perdieron durante el consumo.”

No se trata solo de dejar la adicción, sino de aprender a vivir mejor.

Las tres fases —desintoxicación, deshabituación y reinserción— forman un camino que no es lineal, pero sí transformador. En Fórum Montau acompañamos este proceso con rigor profesional y calidez humana, entendiendo que cada persona avanza a su ritmo.

Porque, como recuerda Cristina,
“recuperarse no es solo salir de la adicción, es aprender a vivir mejor.”