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Mitos y realidades sobre el tratamiento del Chemsex

El término chemsex, que combina “chemical” (químico) y “sex” (sexo), hace referencia a la práctica del uso intencionado de sustancias psicoactivas para potenciar y prolongar encuentros sexuales, que pueden durar horas o incluso días. Las drogas comúnmente asociadas al chemsex incluyen metanfetamina, mefedrona y GHB/GBL, aunque no son las únicas.

Estas sustancias suelen utilizarse para reducir inhibiciones, aumentar el placer, disminuir la percepción de fatiga y facilitar la interacción social.

Si bien algunas personas pueden percibir esta práctica como una forma de explorar su sexualidad, evadir la rutina o conectar emocionalmente con otros, el chemsex conlleva graves riesgos para la salud física, mental y social, además de representar un desafío significativo para los sistemas de atención sanitaria.

Mitos comunes sobre el tratamiento del chemsex:

  1. “Solo es necesario dejar las drogas para superar el chemsex.”
    • Realidad: El chemsex no solo implica una dependencia química, sino también una conexión psicológica con las experiencias sexuales intensificadas por las drogas. Por ello, el tratamiento debe abordar tanto la adicción a las sustancias como los aspectos psicológicos y emocionales relacionados con la sexualidad y las relaciones interpersonales.
  2. “El chemsex afecta únicamente a la comunidad LGBTQ+.”
    • Realidad: Aunque es más prevalente entre hombres que tienen sexo con hombres, el chemsex puede presentarse en cualquier orientación sexual. Limitar esta problemática a un solo grupo puede estigmatizar y dificultar que otros busquen ayuda.
  3. “La desintoxicación física es suficiente para la recuperación.”
    • Realidad: Además de la desintoxicación, es crucial abordar factores como la salud mental, posibles traumas, autoestima y habilidades sociales. Un enfoque integral y personalizado aumenta las posibilidades de una recuperación sostenible.
  4. “Participar en chemsex es sinónimo de promiscuidad o irresponsabilidad.”
    • Realidad: Las motivaciones para involucrarse en el chemsex son diversas y pueden incluir la búsqueda de conexión emocional, manejo de la soledad o escapar de problemas personales. Es fundamental abordar el tema sin juicios y con empatía para ofrecer un apoyo efectivo.

Realidades sobre el tratamiento del chemsex:

1. Desintoxicación física (si aplica)

  • Con ingreso: Ofrecemos programas de ingreso en un entorno seguro y supervisado, ideal para personas que necesitan alejarse de su entorno habitual para romper el ciclo del chemsex.
  • Sin ingreso: Para quienes prefieren continuar con sus actividades diarias, ofrecemos tratamientos ambulatorios con seguimiento regular.

2. Psicoterapia personalizada

La psicoterapia es un pilar fundamental para entender y trabajar las raíces emocionales y psicológicas del chemsex. Nuestras intervenciones incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Identifica y modifica los pensamientos y comportamientos asociados con la dependencia al chemsex.
  • Terapia sexual: Ayuda a las personas a redescubrir su sexualidad sin la necesidad de sustancias y a establecer relaciones más saludables.

3. Reeducación afectiva y sexual

  • Promovemos una relación más sana con la intimidad y el placer, enseñando habilidades para construir vínculos emocionales significativos sin depender de las drogas.
  • Reforzamos la importancia de las prácticas sexuales seguras y de la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).

4. Soporte grupal

  • Ofrecemos espacios de apoyo grupal donde los pacientes pueden compartir experiencias y sentirse comprendidos sin miedo al juicio.
  • Establecemos conexiones con redes y recursos comunitarios que ayudan a las personas a integrarse de manera positiva en la sociedad.

5. Prevención de recaídas

  • Trabajamos con los pacientes para identificar desencadenantes específicos que podrían llevarlos a recaer en el chemsex.
  • Les enseñamos estrategias prácticas para manejar situaciones de riesgo y fortalecer su capacidad de resiliencia.

La importancia de un enfoque sin estigmas

Etiquetar el chemsex únicamente como una manifestación de promiscuidad puede perpetuar el estigma y dificultar que las personas afectadas busquen ayuda. Nuestro objetivo es ofrecer un tratamiento integral, libre de juicios, que aborde no solo la dependencia a sustancias, sino también las necesidades emocionales y sociales que subyacen a esta práctica.

En Clínica Forum Montau, reconocemos que cada persona es única, y nuestro enfoque está diseñado para adaptarse a sus circunstancias específicas. Si tú o un ser querido enfrenta problemas relacionados con el chemsex, estamos aquí para ofrecer el apoyo profesional y humano necesario para construir un camino hacia la recuperación y una vida más plena